21 jul 2011

MEJORA TU EQUILIBRIO.


Contemplar la línea del horizonte produce una agradable sensación de paz, porque relaja la vista y dilata nuestra perspectiva.  Además, nos ubica en un plano en el que la tierra y el cielo ocupan el mismo espacio visual, de forma que la mirada queda centrada justo en el punto medio, lo que traduce en una mayor sensación de equilibrio y armonía
.
Esa sensación de espacio abierto y libertad, sin muros ni paredes que limiten el campo visual, nos reconcilian con nuestros orígenes, ya que el ojo humano está diseñado para mirar a larga distancia.  Por ello, especialmente para las personas que viven en ciudades y trabajan en espacios cerrados, mirar el horizonte puede ser un ejercicio de relajación y de reencuentro del equilibrio.  La sensación de equilibrio está ligada a la percepción visual y al oído interno.


EJERCICIO PARA REFORZAR TU EQUILIBRIO:

1-      Colócate de pie mirando al horizonte con los pies ligeramente separados.    Cuando tu vista se relaje en la distancia intenta ser consciente de la postura corporal.

2-      Reparta bien el peso en las plantas de los pies y corrige las inclinaciones de la pelvis y la espalda.  Siente la verticalidad.

3-      Ahora separa las piernas a la distancia de los hombros, y apoya las palmas de las manos en el pecho.  Cierra los ojos y levanta la cabeza en ángulo de 45 grados.  Sé consciente de cómo se relaja el cuello.

4-      Inhala profundamente con el vientre y exhala lenta y suavemente.  Realiza esta respiración tres veces.

5-      Mira de nuevo al horizonte sintiendo el cuerpo y la inmensidad del cielo.

6-      Baja los brazos y descansa, disfrutando el paisaje.

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