4 abr 2012

RELAJARSE ES FÁCIL.



Las ventajas de liberar tensión es la clave para relajarse; está en combinar la quietud con la máxima atención.  Así podemos acceder a la fuente del bienestar.

Imagínate sentado en una roca, observas cómo fluye el agua de un río, iluminado por los rayos del sol que se filtran a través de los árboles, Un agradable aire fresco acaricia tu cara.  Sólo oyes el rumor del agua, el murmullo de las hojas y el trino de algún pájaro.  El ritmo de tu respiración es pausado, igual que el de la naturaleza que te envuelve.  Tu cuerpo está relajado y a tu mente acuden pensamientos agradables. Te sientes muy tranquilo y afortunado de poder disfrutar de esta paz.    Súbitamente escuchas una voz:  “¿qué tengo que hacer hoy?”   y vuelves a la realidad.  No estabas en el campo, sino dándote unos minutos de relajación de descanso y tienes que hacer un mundo de cosas antes de terminar el día.  Esta visualización te tranquiliza y reconforta, la naturaleza es un excelente remedio contra el cansancio mental.  Hace salir del entorno rutinario y ofrece un tiempo de plenitud para la mente y ayuda a relajarse, la clave para superar el estrés. Conecta siempre que puedas con ella; pues te ayuda a renovar tu energía.  El ritmo de vida acelerado, las exigencias profesionales, las responsabilidades, despertarse en la mañana cansada, desanimarse por cualquier  cosa o ir siempre de prisa;  parecen confabularse para que no se pueda vivir tranquilo. No se puede eliminar el estrés pero sí es posible moderarlo, aquí es donde comienza el juego de la relajación; es liberar la mente y los músculos de tensiones y estímulos externos.

RESPIRACIÓN.

La respiración forma parte de muchos métodos de relajación. Basta aplicarla unos diez minutos al día para que notes sus beneficios:

-          Quítate los zapatos y ponte ropa cómoda y suave.

-          Escoge una postura cómoda (acostado, sentado, espalda recta…)

-          Cierra los ojos, te ayudará a concentrarte.

-          Para saber si tu respiración es correcta, coloca una mano sobre el pecho y la otra en el abdomen.  La mano que debe moverse al ritmo de la respiración es la del abdomen.  Inspiras se sube el abdomen, al espirar  vuelve a su lugar.

SOLTAR EL CUERPO.

-          Coloca música de relajación, sonidos de agua. Lleva el ritmo con tu cuerpo.

-          Comienza a mover tu cabeza muy suavemente de un lado a otro para soltar tenciones y la musculatura del cuello, luego en forma circular de un alado y del otro.

-          Realiza movimientos circulares lentos con los hombros, primero hacia adelante y luego llevando los hombros hacia atrás.

-          Estira los brazos y comienza a dibujar con ellos círculos amplios y luego como si estuvieras nadando, siempre con movimientos suaves.

-          Mueve la cintura de un lado y otro de modo que los músculos del costado se estiren; luego rota suavemente formando círculos en ambas direcciones.

-          Flexiona las rodillas moviéndolas suavemente.

      -     Realiza movimientos circulares con los pies  para soltar los tobillos.

-          Sé consciente de tu cuerpo.

LA RELAJACIÓN.

-          Acuéstate boca arriba cómodamente, con las piernas separadas, coloca una toalla enrollada debajo de las rodillas y otra bajo la cabeza. Para que descanse toda la espalda.

-          Coloca los brazos a los lados del cuerpo con las palmas hacia arriba.

-          Respira profundamente tres veces y visualiza todo tu cuerpo en completo reposo y relajación. Si encuentras algún lugar tenso en él, al respirar dile  “relájate” y sé consciente de esta suave sensación.

-          Escucha los sonidos y comienza a relajar tu rostro, cabeza y cuello; moviéndolos muy suavemente de un lado a otro.

-          Suelta los hombros, al respirar y visualiza como al exhalar se relajan los brazos y las manos; ábrelas y ciérralas dejando que suelten toda tensión.

-          Continúa respirando suavemente y siente como la espalda se abre.

-          Siente como el abdomen y el pecho se ensanchan en la respiración.

-          Afloja las piernas y visualiza el aire bajando por ellas y relajando hasta los pies

-          Disfruta esta relajación y el sentir tu cuerpo flotando suavemente.

PARA REGRESAR.

-          Toma consciencia de tu respiración y siente como entra y sale el aire de tu cuerpo.

-          Visualiza una luz tocando tus pies y como sube por tus piernas lentamente, llegando al abdomen.  Inspira y trae la luz a tu pecho y al exhalar dirígela a las manos.

-          Lleva la luz a tu rostro y comienza a estirarte suavemente, coloca tu manos sobre tus ojos y ábrelos poco a poco para descubrir los colores que te rodean en lo profundo de tu ser.

VENTAJAS DE LA RELAJACIÓN.

-          La respiración es más relajada.

-          Los músculos se ablandan.

-          La calma emocional nos invade.

-          Los niveles de azúcar bajan.

-          El colesterol se reduce.

-          Las defensas aumentan.

-          La tensión arterial disminuye.

-          Los niveles de adrenalina bajan.

Las emociones se reflejan en la respiración: cuando se está enfadado, cansado o nervioso; la respiración se acelera y se entrecorta.  Por eso es lógico que a través de la respiración se pueda cambiar el estado de ánimo: sólo hace falta respirar más lento para ver las cosas de otra manera.


Cuerpo Mente.

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