2 oct 2011

    TIEMPO PARA LA SALUD.

Está comprobado que la salud de una persona depende en buena parte de su estilo de vida y sus hábitos diarios.  Por eso es importante dedicar cada día un poco de tiempo a uno mismo, dejando a un lado problemas y preocupaciones, practicando actividades y técnicas que nos permitan romper la rutina y aumentar el bienestar interno. 
La dificultad radica precisamente en pasar de la teoría a la práctica,  al terminar nuestra jornada deberíamos estiran las articulaciones, ser conscientes de la respiración o practicar un masaje podal que relajará todo el cuerpo y comenzar el día con un desayuno rico en alimentos frescos.

PROPUESTA .

1.       CAMINAR: Es el ejercicio más completo; en su práctica se ponen en movimiento casi todos los músculos del cuerpo y se respira más profundo.  Es avanzar al ritmo del cuerpo por lo menos 20 minutos diarios, equipados con un calzado cómodo.  Al caminar se reduce el nivel de estrés, el corazón bombea más sangre a las arterias, aumenta la oxigenación del cuerpo, se consume calorías, disminuye el colesterol malo, se fortalecen los huesos, las articulaciones y los ligamentos; manteniendo a raya la osteoporosis.

2.      RESPIRAR: Respirar bien no es sólo inspirar y espirar aire: por medio de una correcta respiración oxigenamos todos los órganos incluidos el cerebro y serenamos la mente.  Los beneficios de una buena respiración se beneficia tanto el cuerpo como la psique.  Tomamos aire lentamente llenando el vientre, tórax y pecho. Retenemos unos minutos la respiración y soltamos el aire también lentamente por la nariz.

3.      MEDITACIÓN: La meditación es uno de los métodos más efectivos para lograr una buena relajación física  y un conocimiento de  uno mismo.  La mente es como una casa y meditar ayuda a ordenarla por dentro.  Se puede practicar a cualquier hora, en un lugar silencioso y cómodo donde nadie nos interrumpa.  Es liberar la mente de sus círculos viciosos de pensamiento. Para entrenarnos podemos al comienzo fijarnos en un objeto que absorba la atención, como la llama de una vela o centrarse en la respiración, dejando pasar los pensamientos sin enredarse en ellos.

4.      ESTIRAMIENTOS: La vida sedentaria hace que los músculos se mantengan en una postura fija, por lo cual terminan por anquilosarse y perder elasticidad.  Los ejercicios de estiramiento proporcionan al conjunto muscular el tono correcto, evitando dolores, tirones y calambres.  Ellos se deben realizar lentamente y sin forzar la musculatura.  Es muy importante estirar el cuello, piernas y musculatura dorsal;  ya que son las zonas  más lesionan por la inmovilidad.

5.      DIETA: La forma de nutrirse determina la salud.  Una buena manera de relajarse es aprender a cocinar platos sencillos y sanos; esta actividad nos ayuda a liberar la mente de los problemas diarios. Es importante saber equilibrar la dieta, dando el protagonismo a los hidratos de carbono, vegetales y frutas; también cuidarse de los fritos y salsas. Esto beneficiará a toda la familia.

6.      IMAGINAR LO MEJOR: El poder de la mente es tal que en parte somos capaces de enfermar o sanar según sean nuestros pensamientos. La visualización, es decir ver con la mente, es una técnica que puede mantenernos equilibrados e incluso servir de ayuda ante dolencias diversas.  Para llevarla a cabo nos recostamos cómodamente, cerramos los ojos y comenzamos a ver en nuestra mente aquello que deseamos que ocurra.  Dedicar 20 o 30 minutos diarios o repartiendo el tiempo uno en la mañana y otro en la noche.

7.      SABER REIR: Hoy sabemos que reír es el mejor antídoto natural contra el estrés, nuestros músculos se relajan y el cerebro segrega sustancias capaces de provocar un estado de bienestar. Cuando reímos con sinceridad las facciones y las tensiones corporales se disipan, contagiamos nuestro buen humor y las preocupaciones pasan a un segundo plano.

8.      BALNEARIO EN CASA: La ducha nos permite aliviar tensiones, la aplicación de chorros de agua es una de las técnicas para descongestionar  las piernas cansadas o liberar los agarrotados músculos de la espalda.   Estos chorros deben seguir una dirección ascendente cuando se trata de brazos y piernas.  Para combatir el cansancio y mejorar la circulación lo idóneo es alterar varios minutos de agua caliente seguidos por aplicaciones de agua fría; mientras que en caso de contracturas, calambres y tirones el agua deberá ser caliente o tibia.

9.      ACUDIR A LA NATURALEZA: El ser humano olvida con frecuencia la importancia del contacto con la naturaleza, tampoco hay oportunidades que nuestros pies, cada vez más frágiles, tengan contacto con la tierra. Debemos tomar tiempo para pasear por un parque, salir al campo donde haya árboles y senderos de tierra.  Este placentero ejercicio nos relajará, ventilará nuestros pulmones y nuestra piel, nos pondremos en contacto con las energías de la tierra a través de los pies.  En un paseo por la playa, la vista puede perderse en la lejanía o recrearse con los paisajes y los colores. 

Revista Cuerpo Mente.

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